Nada resulta más frustrante que pasar tiempo aspirando el fondo de la piscina y, minutos después, ver cómo el agua se vuelve turbia y la suciedad vuelve a aparecer. Este problema es muy común y casi siempre tiene el mismo origen: el sistema de filtración no está haciendo su trabajo.
En zonas costeras como Cambrils, donde el polvo, la arena y los residuos finos del aire marino se acumulan con facilidad, un filtro en mal estado o con medio filtrante degradado deja pasar partículas diminutas que el ojo apenas ve. El resultado: se aspira, se remueve la suciedad… y todo vuelve al fondo en pocas horas.
Cuando pasas el limpiafondos manual, todo el sedimento del fondo se pone en suspensión. Si el filtro funciona correctamente, el agua que pasa por la bomba queda retenida dentro del medio filtrante (arena o vidrio). Pero si la filtración es deficiente, las partículas atraviesan el filtro y regresan al vaso de la piscina.
El efecto visual es engañoso: parece que el limpiafondos “empeora” el agua, cuando en realidad el problema está en la capacidad de retención del filtro. Las partículas que no se filtran se mantienen flotando durante horas y, una vez el movimiento del agua cesa, vuelven a depositarse en el fondo.
Una prueba sencilla: aspira la piscina y observa el retorno del agua por las boquillas. Si ves una ligera nube o un hilo fino de partículas, el filtro no está reteniendo correctamente.
Otra pista es la presión del manómetro. Si, después de un lavado completo, la presión sigue alta o el caudal parece débil, la arena está compactada o saturada.
También puedes abrir el filtro y revisar visualmente el estado del medio: si ves capas apelmazadas, canales o color marrón oscuro, ha perdido su eficacia.
En la mayoría de los casos, el problema se resuelve sustituyendo la arena por vidrio filtrante. El vidrio tiene bordes microscópicos que no se desgastan y retiene partículas hasta de 5 micras (la arena tradicional solo llega a 20-30 micras). Además, no se compacta ni forma canales, lo que garantiza una filtración estable durante años.
Ventajas del vidrio filtrante:
Un profesional puede retirar la carga antigua, limpiar el interior del filtro y rellenarlo con la cantidad y granulometría adecuadas según el modelo.
Si el cambio de medio filtrante no puede hacerse de inmediato, hay medidas temporales para mejorar el resultado:
Si el filtro no retiene bien las partículas finas, una limpieza con robot profesional puede ser la mejor alternativa temporal. Equipos como los TRX iQ de última generación trabajan con doble etapa de filtración y son capaces de retener partículas muy finas (hasta unas 20–30 micras, según el cartucho usado).
A diferencia del limpiafondos manual, el robot recoge la suciedad directamente en su propio filtro interno, sin pasar por la depuradora. Así se evita que el agua se enturbie y la suciedad vuelva a salir por las boquillas de retorno.
En Piscinas Cambrils utilizamos robots de alto rendimiento precisamente para estos casos: limpian el fondo y las paredes sin remover el agua, devuelven la claridad de forma rápida y reducen el esfuerzo del sistema de filtración principal.
Es una solución práctica y sostenible mientras se realiza la sustitución del medio filtrante o la revisión completa del filtro.
Cada piscina es diferente. No basta con cambiar la arena: hay que verificar la velocidad de filtración, el caudal de la bomba y el estado de las válvulas y difusores. En Piscinas Cambrils realizamos una revisión completa para asegurarnos de que el nuevo medio filtrante trabaje en condiciones óptimas.
Además, utilizamos equipos de aspiración y robots de gama profesional que limpian el fondo sin levantar partículas, reduciendo el enturbiamiento y el consumo de agua.
En resumen: un servicio profesional no solo limpia, corrige la causa del problema.
Si cada vez que aspiras la piscina el agua se enturbia y la suciedad vuelve al fondo, no es culpa del limpiafondos ni del viento: es el filtro que ya no filtra. Sustituir la carga filtrante o revisar el sistema devuelve la transparencia y reduce el esfuerzo.
Una piscina con buena filtración no necesita milagros, solo un equipo que funcione como debe. Y si no lo hace, ahí empieza la diferencia entre limpiar y realmente mantener.